-->

jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo cinco

-Elije, ¿por las buenas o por las malas?
-¡Que me dejes en paz!
-¡Ay! ¿Por las malas? Vaya... Qué mala suerte, preciosa.
-¡Tú! Gilipollas, ya la has oído, suelta a la chica. -oye una voz. Es un chico de unos dieciocho o diecinueve años, pero no consigue verle bien la cara.
-Claro, ¿por un niñato como tú?
El chico se acerca al hombre borracho y le da un puñetazo de lleno en la cara. Liz se levanta, tiene miedo. El hombre le devuelve el golpe, y empiezan a darse puñetazos. Liz corriendo llama a la policía. El chico cae al suelo, y Liz se siente culpable. Aprovecha el mal estado del hombre para darle un rodillazo en la entrepierna con todas sus fuerzas. El tipo suelta un grito de dolor y se cae al suelo. Liz se agacha frente al chico y le ayuda a levantarse.
-Ey... ¡Ey! ¿Estás bien?
-Yo... Eh...
Se oye la sirena de la policía, poco después se llevan al borracho, y un par de policías se quedan allí.
-Supongo que querrán poner una denuncia, ¿no? -dice uno de ellos.
El chico de antes reacciona, no sabe qué pasa exactamente.
-Mejor vamos a un sitio con luz... -susurra Liz.
Los cuatro van a la pequeña comisaría de policía que hay cerca. Y se sientan.
-¿Sois pareja? -es lo primero que pregunta un policía.
Los dos niegan inmediatamente.
-¿Hermanos?
-No nos conocemos de nada. -dice ella.
El chico no para de observarla con curiosidad.
-Bueno... ¿nombres?
-Yo soy Elizabeth Parker, y él no lo se.
-Yo me llamo Harry.
-¿Harry qué más?
-Styles.
-¡Ah! Tú eres hijo de Anne Cox, ¿verdad?
-Eh... Sí.
-¿Estás borracho?
-No. Solo un poco mareado. He bebido algo, pero tengo aguante y no llego a esta borracho, de verdad.
-¿Eres mayor de edad?
-Dieciocho años, casi diecinueve.
-Vale. Ahora tú, Elizabeth. ¿Qué hacías sola por el pueblo?
-He salido a dar un paseo para despejarme, no podía dormir. He ido a un bar, me he intentado ir en seguida, pero entonces ha venido el hombre ese y...
Liz se agobia. Solo el recuerdo le viene a la mente y pone cara de asco.
-Tranquila. ¿Ha pasado algo?
-No. Solo lo ha intentado, pero ha venido... Ha... ¿Cómo te llamabas?
-Harry. -dice el chico, sin parar de mirarla.
-Gracias. Ha venido Harry y bueno, se han pegado.
-¿Estás aquí con tus padres?
-Sí, pero están durmiendo.
-Bueno, te acompañaremos a tu casa y mañana a primera hora estaremos allí para informarles, ¿de acuerdo?
-Sí.
Liz les da la dirección de su casa.
-¿Puedo acompañarla yo? -dice Harry, para la sorpresa de ella.
-Sí, mejor, gracias. -dice un policía.
Los dos salen en silencio en dirección a casa de Liz. Ha pasado algo muy extraño.
-Oye... Yo quería decirte... Gracias. -dice ella tímida.
-¿Eh? No es nada, mujer.
-Pero me has salvado de una gorda.
-Ya, pero no me costaba nada.
-¿Seguro que no te duele nada?
-Sí. Oye, te lo voy a decir sin más rodeos, me suenas mucho. ¿Vives aquí?
-Viví de pequeña hasta los cinco años, ahora vivo en Londres. El caso es que tú me suenas también.
-Supongo que te sonaré por la banda One Direction, ¿no?
-¡Sí! Mis amigas son muy fans, ayer me enseñaron una foto vuestra y uno eras tú. Aun así me suenas de algo más.
-Yo también viví aquí hasta hace unos años. Tal vez nos conozcamos de antes.
-No creo, yo era muy pequeña cuando me fui...
-Tú... ¿No tendrás un hermano llamado Mike?
Liz se queda en blanco. ¿Cómo sabe eso?
-Pu... Pues sí... Pero no... No entiendo...
Harry sonríe.
-¡Lizzie!
Mil recuerdos vienen a su mente. Solo alguien la llama así. Recuerda sus cinco años, jugando en el parque, solo tenía dos amigos, mas su hermano y una chica mayor que ella. Liz solía juntarse con un chico dos años mayor que ella. Era el Rulitos, mote inventado por ella. Se cogieron mucho cariño. Una lágrima cae por su mejilla.
-¿Rulitos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario