25 de noviembre. En Londres nieva a más no poder. En Madrid apenas
llueve, pero hace un frío matante. Y, a pesar de la distancia, las dos
amigas hablan entretenidamente por Skype.
-Estoy deseando ir.
-comenta Alicia, desde España, en un buen inglés. Liz, la pelirroja inglesa,
le ha enseñado bastante del idioma.
-Y yo que vengas. Verás como va a ser perfecto.
La morena ríe.
-Oye, entonces, allí en Londres, ¿nunca has coincidido con One Direction?
-Estás pesadita con los One Direction, ¿no?
-Respóndeme a la pregunta.
-Pues sí, los he visto esta mañana, me han firmado un autógrafo cada uno y he ido con ellos a tomar café. -bromea Liz.
-No, Liz, en serio, ¿no los has visto? No lo entiendo...
-Ali, cariño, te recuerdo que vivo en Londres desde este curso.
-Ya, oye, ¿en qué ciudad vivías antes?
-Antes del cuso, en Manchester, pero nací y estuve hasta los cinco años en Holmes Chapel, Cheshire.
-¡¿QUÉ?! ¡Harry es de allí!
-Ah. ¿Y?
-¿No lo conoces? Pelo rizado perfecto, ojazos verdes, hoyuelos adorables...
-No
me acuerdo de nadie de ese pueblo, además no tenía más de tres o cuatro
amigos allí; solo recuerdo que en la pandilla, de chicas, solo
estábamos una chica mucho mayor y yo. Pero ella solo se juntaba con
Mike.
-¿Cómo se llamaba?
-¡Y yo qué se, enana!
-¡Cómo enana! Que solo me llevas un año, te recuerdo que en cinco días cumplo los quince, lista.
-Enana. -repite riendo.
Ali rodea los ojos, con exasperación, antes de oir un "¡A cenaaar!".
-Me voy a cenar. Mañana a las once llega el avión allí, se puntual porfi.
-Claro, ¡no te olvides nada!
-Ts. Hasta luego. -Alicia le manda un beso a su amiga a través de la WebCam, y baja a cenar.
Liz
cierra el portátil y baja a prepararse algo de cena. De fondo suena 'Candy', de Robbie Williams, su ídolo desde que ella era enana. Sube el
volumen mientras se prepara una ensalada completa. Hoy cena y duerme
sola. Sus padres están fuera, y Mike, su hermano mayor está en Nueva
York. Así que, ¡noche libre!
-Adiós, hermanito.
-Buen viaje, Gemma, cuídate.
-Lo haré.
Los
dos hermanos se despiden con un último abrazo y la chica sube al avión
hacia Nueva York. A Harry le resbala una lágrima por la mejilla. ¿Seis
meses sin ver a su inseparable hermana? Le cuesta mucho.
-Vamos, Hazza, vendrá en mayo. -le anima su amigo Louis.
-Pero no en Navidad, va a faltar ella.
-Ya... Pero, recuerda los tiempos de The X Factor. Estuvimos lo mismo sin verles.
-Sabes que no es lo mismo. Pero gracias de todas formas.
Los
amigos vuelven a casa de ambos, donde les espera la novia del castaño
de ojos azules, Eleanor, una buena chica. Los tres pasarán allí la cena.
Y, debido a la estrecha relación de los dos chicos, no se sabe si es
Harry el que está de sujetavelas, o lo es Eleanor.
Alicia mete su plato en el lavavajillas y recoge un poco la mesa.
-Ay, mi Ali, que te nos vas... -dice triste su madre.
-Mamá, son dos meses.
-Pues a mí no me parece bien que te saltes tantos días de instituto. -interrumpe Laura, la hermana mayor de la morena.
-Laura, déjalo ya. Quiero estar con Liz el mayor tiempo posible. Eso sí es una amiga, no como las falsas de aquí...
-Eso no tiene que ver. ¡Yo tampoco iré al instituto!
Ali
suspira y va hacia su habitación, es muy dormilona, y tiene que
levantatse a las ocho para ir a Barajas, si no quiere perder su vuelo a
Londres.
-Niall, no se qué haces desayunando patatas.
-No se, me gustan. Pásame un poco de ese zumo, anda.
-¿Cómo se pide...?
-Señor Payne, amor mío y de mi corazón, rey de mi vida, ¿podría usted pasarme ese envase que contiene zumo, por favor?
-Así mejor. Aquí tienes, rubio.
El irlandés sirve un poco de zumo en un vaso y se lo bebe de una.
No hay comentarios:
Publicar un comentario